La
guerra es como una partida de ajedrez. Para
ganarla se
necesita una estrategia a seguir.
El
ejército romano sabía muy bien esto, ya que sus grandes conquistas
no fueron a base de ir con una espada a lo loco a matar a todo el que
se le acercase (que también), sino
que fue gracias al
buen planteamiento
con
el
que iban al campo de batalla.
Un buen ejemplo de esto lo encontramos en la película Gladiator, la cual comienza con una batalla en los bosques de Germania donde se puede
ver a la
infantería,
la
caballería,
las
armas de corto y largo alcance, las
máquinas
de guerra, etc.
Al
principio de la batalla, los arqueros disparaban flechas con fuego
para debilitar al enemigo antes de que este llegase y a Máximo
organizando un ataque sorpresa por la espalda. Cuando
los arqueros del bando contrario les dispararon
flechas, los romanos se protegieron con los escudos entre sí. Y
cuando los germanos fueron a combatirlos, no pudieron atravesar su
sólida
defensa.
Escena de la batalla inicial en Gladiator |
Para
conquistar tantas naciones y pueblos, los romanos tuvieron que tener
bien planteado cómo iban a actuar. Esto nos lleva a la siguiente
pregunta: ¿Qué clase de tácticas y formaciones utilizaban los
romanos?