El mundo está lleno de casualidades y las podemos ver a pequeña escala cada día que pasa. Todos hemos sufrido (para bien o para mal) de ellas. Seguramente nos ha ocurrido alguna relativamente impresionante que podemos contar a modo de anécdota a nuestros familiares y amigos. Pero hay algunas que no solo nos infunden respeto, sino que nos asombran de una forma abismal. Debido a esto, he decidido recopilar algunas de las que más me han llamado la atención al buscar por Internet.